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El 14 de octubre presenté al Presidente de la Nación de la República Argentina mi renuncia al cargo de Director de la Agencia de Acceso a la Información Pública a partir del 1° de enero de 2021. La renuncia fue aceptada hoy.
Luego de casi 5 años de ser la autoridad nacional de protección de datos personales y poco más de 3 al frente de la Agencia de Acceso a la Información Pública en Argentina, las razones de mi alejamiento se deben a una mezcla de razones personales y profesionales. Por un lado, es mi deseo apoyar a mi esposa en su futuro desarrollo profesional, lo cual nos lleva a seguir nuestras actividades fuera de Argentina. Por mi parte, he aceptado la propuesta de ser el Representante Alterno de la Oficina Regional del Instituto Interamericano de Derechos Humanos -IIDH- para América del Sur, con sede en Montevideo. El Instituto es una prestigiosa entidad académica vinculada al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y esta oportunidad me permite volver a trabajar desde ese ámbito con una proyección internacional en los temas que he venido profundizando en los últimos años: la influencia de la tecnología y su impacto en la defensa y promoción de derechos humanos.
He tenido la oportunidad de conocer a colegas de distintas latitudes de los cuales he aprendido mucho. Me voy también enriquecido por el trabajo realizado en la función pública en mi país.
Como órgano garante de la aplicación de la Ley de Acceso a la Información Pública, en la Agencia tramitamos los reclamos de quienes sintieron que su derecho no había sido respetado. En muchas situaciones debimos intimar a dar información en casos que involucraron a casi todos los ministerios y secretarías de Estado. Pero los resultados a medida que trabajábamos eran auspiciosos y hoy me retiro con más de un 90% de pedidos de acceso a la información que fueron satisfechos. En el área de la protección de los datos personales, muchas denuncias o investigaciones que se iniciaron de oficio terminaron en sanciones a entidades estatales y empresas privadas cuando así creímos que correspondía. El sitio de Internet de la Agencia, que diseñamos y fuimos construyendo a lo largo de estos años, es una fuente fidedigna de información pública sobre las actividades pasadas y actuales de la oficina.
En seis oportunidades presidí el Consejo Federal para la Transparencia de Argentina y en muchas más participé como miembro del Comité Ejecutivo de la Red Iberoamericana de Protección de Datos Personales, de la Asamblea Global de Privacidad y del Comité Consultivo de la Convención para la Protección Automatizada de Datos Personales del Consejo de Europa. Durante estos años como autoridad nacional de protección de datos, pudimos impulsar que Argentina se integrara a la conversación global sobre estos temas, especialmente a partir de haber ingresado como Estado parte de la Convención 108 y haber firmado la Convención 108+. A su vez, a nivel local impulsamos un proyecto de reforma general a la Ley de Protección de Datos Personales que, sin dudas, ha sentado las bases para futuras discusiones que lleven a modernizar la legislación nacional.
La experiencia que me llevo es enorme. La satisfacción por lo realizado es aún más grande. Por supuesto que queda mucho por hacer, pero como he dicho muchas veces en estos últimos meses, estos tres años recorridos por parte de la Agencia nos encuentra como un organismo nuevo pero consolidado, referente a nivel nacional e internacional en materia de acceso a la información pública y protección de datos personales.
Finalmente, quisiera agradecer públicamente a quienes confiaron en mi para desempeñarme en los cargos que ocupé, a quienes colaboraron con una tarea que parecía imposible como era el diseño y puesta en marcha de un organismo nuevo, y, sobre todo, agradecer al equipo de trabajo que me acompañó estos años. Sin quienes trabajaron en la Dirección Nacional de Datos Personales en sus inicios y aquellos que se unieron cuando asumí como primer director de la Agencia de Acceso a la Información Pública en Argentina, hubiera sido imposible que una oficina que previo a 2017 no existía sea lo que es hoy: un órgano que actúa con independencia y que tiene una voz respetada tanto a nivel nacional como internacional. Deseo lo mejor para todos ellos y ellas, y por supuesto a quien me suceda en el cargo, para que puedan continuar la tarea enorme que queda por realizar para que estos derechos no sean meramente una declamación.
El desafío profesional que tengo en el IIDH por delante me entusiasma mucho. Por otro lado, volveré a escribir periódicamente en mi blog e-BERTONI, como lo hacía antes de asumir mi función pública. Estoy seguro de que seguiremos en contacto. Por eso, esto no es una despedida, sino un simple “hasta pronto”.
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On October 14th, 2020, I presented my resignation to the President of Argentina. As of January 1st, 2021, I will no longer be the director of Argentina’s Access to Public Information Agency (). My resignation was accepted today.
I am leaving office, after almost 5 years of being the national data protection authority and just over 3 years as the Agency’s director, due to personal and professional reasons. The personal reason is that I wish to support my wife in her professional development, which leads us to relocate abroad. From a professional point of view, I have accepted the offer to be the Representative of the Regional Office of the Inter-American Institute of Human Rights (IIDH) for South America, based in Montevideo. The Institute is a prestigious academic entity linked to the Inter-American Human Rights System and this opportunity allows me to return to the regional human rights system and work on the issues I have been focusing on in recent years – the influence of technology and its impact on the defense and promotion of human rights – with an international projection.
I have had the opportunity to meet colleagues from different latitudes from whom I have learned a lot. I also leave my current position enriched by having worked in public service for my country. The agency, charged with guaranteeing the Access to Public Information law is properly applied, has processed claims of those who felt that their right to access information had not been respected. In many situations, we had to order authorities from almost all the ministries and high-ranking public offices to provide information. The results have been positive. Today, I am leaving office with authorities having provided information in more than 90% of requests. In the field of personal data protection, many citizens’ complaints or ex officio investigations led to sanctions against state entities and private companies that violated the law. The agency’s website, which we designed and built over the past few years, is a reliable source of public information on its past and current activities.
On six occasions, I chaired the Federal Council for Transparency of Argentina and, in many more, I participated as member of the Executive Committee of the Ibero-American Data Protection Network, of the Global Privacy Assembly, and of the Consultative Committee of the Council of Europe’s “Convention for the Protection of Individuals with regard to Automatic Processing of Personal Data” (“Convention 108”). During these years as a national data protection authority, Argentina joined the global conversation on these issues, especially after becoming a State Party to Convention 108 and having signed Convention 108+. In turn, we promoted a general reform to the Data Protection Law in Argentina, which, undoubtedly, has laid the foundations for future discussions to modernize the current legislation.
The experience and results have been very rewarding. Of course, much remains to be done, but, as I have said repeatedly in recent months, the agency is today a new but consolidated body.
Finally, I would like to publicly thank those who trusted me to carry out the work, those who collaborated with the very difficult task of designing and implementing a new government office, and, above all, I would like to thank the team that accompanied me these years. Without those who worked with me in the National Directorate of Personal Data when I was appointed and those who joined when I became the first director of the Agency for Access to Public Information in Argentina, it would have been impossible for an office that did not exist prior to 2017 to be what it is today: a body that acts independently and has a voice that is respected both nationally and internationally. I wish the best to all of them, and of course, to my successor, so that they can continue the enormous task that remains to be done to protect these fundamental rights.
I am excited about the professional challenge ahead of me at the IIHR. I will also return to writing periodically on my e-BERTONI blog, as I did before my role in government. I'm sure we’ll keep in touch. Therefore, this is not a farewell, but a “see you soon.”